TIC y eficacia escolar

Mucho se ha hablado de la relación íntima que existe entre las TIC y la eficacia escolar, y de la necesidad de trasladar a las aulas el entorno tecnológico actual. No obstante, la mayor parte de estos análisis se han realizado desde una perspectiva teórica, sin estar validados por evidencias empíricas.

Tras años de grandes esfuerzos para el equipamiento de los centros educativos y para la formación del profesorado, estamos en condiciones de llevar a cabo un análisis profundo del impacto de la integración de las TIC en el ámbito educativo. Así, como se puede observar en este estudio del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), las evidencias empíricas parecen presentar algunas contradicciones, y los resultados aquí obtenidos no se alejan mucho de estas evidencias. A pesar de que los estudiantes con una mayor autoeficacia y confianza en el manejo de las TIC se asocian a la alta eficacia, cabe ser cuidadosos con rodear al estudiante de un entorno excesivamente tecnológico.

   Resultados obtenidos en este estudio

Los resultados obtenidos a partir de los análisis de datos aplicados indican hacia las siguientes cuestiones:

  • Las escuelas eficaces disponen de equipamiento informático mínimo (PC conectados a internet, ratios ordenador/estudiante aceptables y Pizarras Digitales), pero no necesariamente de recursos tecnológicos abundantes (ordenadores portátiles, tablets, red Wifi disponible para los alumnos, etc.). Se localizan numerosos centros de baja eficacia que disponen de recursos TIC generalizados, pero no realizan un uso efectivo de los mismos.
  • Un empleo e integración generalizados de las TIC por parte del profesorado, como un fin en sí mismas, se muestra como un factor de ineficacia importante. No obstante, el empleo de las TIC controlado, planificado y orientado hacia el currículo, aparece como un factor de protección de la eficacia escolar.
    • Las escuelas eficaces se caracterizan por un empleo moderado de las TIC en las actividades de enseñanza-aprendizaje. Una exposición muy frecuente al ordenador y a internet en el aula es propio de las escuelas de baja eficacia, al igual que emplear tecnologías digitales generalizadamente para estudiar, comunicarse o realizar los deberes.
    • Una frecuencia excesivamente limitada o inexistente del empleo de las TIC en el aula se presenta igualmente como un factor de ineficacia escolar.
    • El empleo de las TIC encauzado a objetivos curriculares, como las búsquedas de información en internet orientadas a los contenidos estudiados, o la experimentación con simuladores virtuales de sistemas físicos o abstractos, se asocia a la alta eficacia. Los estudiantes de las escuelas eficaces afirman realizar más frecuentemente este tipo de actividades tanto en el aula como para realizar sus deberes.
  • Los estudiantes de los centros eficaces tienen un mayor interés y orientación positiva hacia las TIC, creen que son más autónomos y competentes en su manejo y valoran las TIC más positivamente como herramienta para el aprendizaje individual y social.
  • Aunque la utilización amplia de las TIC para el ocio es habitual por parte de los estudiantes de las escuelas eficaces, llenar las aulas y hogares de tecnologías sin controlar y orientar su utilización se asocia a la baja eficacia. Un uso pautado y regulado de las TIC en el aula y el hogar está asociado a la alta eficacia, incluso en entornos con características muy propensas a la baja eficacia.
    • Se recomienda orientar el uso de las TIC hacia actividades informativas (buscar información útil, leer noticias, etc.) y sociales (buscar o prestar ayuda en dificultades académicas o de ocio, participar en discusiones online sobre los temas de interés, etc.).
    • Aunque no es apropiado restringir completamente su acceso, se recomienda controlar desde el entorno familiar y escolar el uso de internet, redes sociales y videojuegos, de modo que no sea excesivo.

Cabe llamar la atención, por tanto, sobre esta cuestión, advirtiendo que la mera integración de las TIC en la docencia no supone mejora alguna, pudiendo incluso entorpecer el proceso educativo. Se deben integrar las TIC, por tanto, de manera controlada, planificada y orientada a objetivos curriculares claros.